Palo Santo significa literalmente madera sagrada y, al igual que la salvia blanca, proviene de los pueblos indígenas de Sudamérica. Siglos atrás, se utilizaba en ceremonias para purificar el aura y sanar las influencias negativas. En Europa, también se compra esta madera sagrada para purificar el hogar o simplemente para disfrutar de su fragancia en su estado más puro.
La fragancia se puede describir como cálida, amaderada y ligera, con un fondo dulce. Comparada con la salvia blanca (que también se utiliza con el mismo propósito), el Palo Santo desprende un aroma muy suave.